José Garrido Lapeña, veedor

V.- Jueves

Desde hace tiempo es muy difícil ver una exposición de fotografías antiguas con fotografías antiguas.

Me explico; por muchas razones, por motivos de conservación, porque para los fotógrafos lo importante son los negativos, porque no se encuentran las copias originales o de autor, porque se prima el contenido de la imagen, por las facilidades que nos aporta la técnica y más razones, cuando se hace una exposición de fotografías antiguas, lo que se hace últimamente es escanear los negativos (o las copias antiguas) y hacer copias nuevas. No es, pero se parece mucho a ver una exposición de pintura con las fotografías de los cuadros.

Ayer jueves estuve en el paraninfo de la UZ en la inauguración de la exposición de fotografías de Ricardo Compairé. Ví con agrado que hay una amplia colección de copias del autor, de la época y dan una calidez distinta, hacen que la visita sea muy agradable, muy por encima de una serie de imágenes frías (lo siento, pero las copias modernas de fotos viejas, siempre me parecen frías).

Aunque ahora como en las inauguraciones hay poca gente se puede ver bien la exposición, volveré a verla, seguro.

Luego el Ebro nos recuerda que llega el verano.




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